EQUIPOS TEMPORADA 2015-2016

viernes, 14 de noviembre de 2014

JUGADORES PREFERENTES O EL DERECHO DIVINO


ABSOLUTISMO: Forma de gobierno caracterizada por que el monarca poseía todo el poder, que entendía concedido directamente por Dios.

¿Creéis que hay jugadores, en cualquier disciplina y categoría, que se ven en su club con derechos que directamente les han sido concedidos por Dios?  ¿De esos que por tener unas virtudes superiores a otros, no piensan en su aportación al equipo ni en su forma física e incluso psíquica del momento, de los que simplemente se autoproclaman titulares, pensando que siempre tienen que jugar?

Esto en muchos casos es inherente a la persona, pero la educación es un buen abono para forjar o corregir esta actitud. En algunos la influencia de los padres, los amigos, el entorno… les hace aumentar su ego hasta fronteras divinas.


No es un alto porcentaje, pero raro es el entrenador que no ha tenido que abordar este tema dentro de su plantilla. No se debe olvidar que el “maestro” en el banquillo es el Míster, que asimismo es quien toma la difícil decisión: Si sienta al jugador y se gana, bien; pero ¿y si se pierde?.  Además, para eso estamos los “aficionadillos” o “místeres de las gradas”, siempre preparados para criticar cualquier actuación, ¿o no oímos frases cómo?: “Siéntalo, sienta a ese tío”, “quita a ese ídolo de barro” o en otro caso: “Si le da minutos a todos ¿cómo vamos ganar?”, “Si es que sienta a los mejores”

Lo peor de esta actitud, es que no sólo pierden el respeto al entrenador, sino que no entienden nada sobre el respeto hacia sus compañeros. Cuando el entrenador los sienta en el banquillo, le protestan enérgicamente, insinuando que quien le sustituye lo hará peor que él. ¿Qué talante es este? ¿Son tan valientes como para decirle a la cara al que va a salir: “No lo harás mejor que yo”? ¡No señor!, no buscamos eso en un club ni en un equipo. Se necesita gente que cuando es sustituida, palmee al que salga y le diga: “Vamos, demuestra lo que puedes y mucha suerte”. ¿No os suenan estas cosas? Jugadores que al ser sustituidos patalean el banquillo, arrojan las botellas de agua y esquivan el saludo al relevo.



Por no decir de las reacciones ante las decisiones arbitrales. Hay que ser inteligentes, habrá árbitros más o menos acertados en sus juicios;  pero yo no recuerdo de ninguno que ante la protesta de un jugador admita su error y cambie su decisión. Entonces ¿A qué protestas?, guarda el ímpetu para el juego. Con eso , sólo puedes volcar la balanza arbitral hacia el lado que no le interesa a tu equipo, e incluso generar nerviosismo entre tus compañeros.

Llegado a este punto, creo que no viene mal repasar la diferencia entre actitud y aptitud, que no sólo es ortográfica: La aptitud tiene más que ver con los atributos técnicos, independientemente de su actitud. Ambas están relacionadas con la competencia.

Ejemplos que dejan clara la diferencia:

1.- Aptitud es lo que sabes y actitud lo que haces con lo que sabes.
2.- Aptitud es tener una habilidad. Actitud es tener la voluntad de mejorar esa habilidad.
3.- Aptitud es el talento y actitud es el temperamento.
4.- “Tengo buenas aptitudes para tocar el piano, dedos largos, oído…pero no tengo la  actitud para ir a las clases, prefiero irme al bar…

Así, desde mi ignorancia, observo que en un banquillo nos podemos encontrar con 4 tipos diferentes de jugadores:



APTITUD
ACTITUD

BOTIJERO
NO
NO
Como mucho puede pasar la mopa, o llevar el botijo. No sabe de la existencia de un equipo
APLICADO
NO
SI
Se cuenta con él siempre. No tendrá problemas para   reconocer su importante papel dentro del equipo como balón de oxígeno para los compañeros. Trabajará para mejorar su aptitud. Buscará el interés del equipo desde cualquier puesto.
ARROGANTE
SI
NO
Chungo, problema. Será reemplazado por el APLICADO a la mínima, se cree ESENCIA.
ESENCIA
SI
SI
Referente para el resto, aportará mucho, tanto a la plantilla como al míster. Tira del carro en cualquier situación.





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