EQUIPOS TEMPORADA 2015-2016

lunes, 7 de abril de 2014

NIÑOS, PADRES/MADRES Y DEPORTE. SÍNDROME DEL PADRE ENTRENADOR


SEIS CONTRA SEIS:


(Cuando se menciona padres, nos referimos también a las madres; al igual que al referirnos a los niños, se entienden incluidas también las niñas)

La actitud de los padres en el deporte influye en los niños y en valores del juego como el esfuerzo, la superación personal, el compañerismo o la resistencia a la frustración
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El principal objetivo del deporte debe ser formativo, no importando tanto ganar.

Creo que no nos costaría mucho imaginar la siguiente situación: El ambiente en las gradas está que arde. Todo el mundo grita, se mete con los árbitros, critica al entrenador si el equipo pierde, se oyen amenazas  e incluso palabras mal sonantes de las que nos avergonzaríamos si las oyésemos de boca de nuestros hijos… ¿Cómo se sentirán ellos al oírlas de nosotros? Si les hemos dado una mínima educación, estarían avergonzados.

La actitud de muchos adultos cuando sus hijos saltan al terreno de juego es más propia de un hincha fanático, advierten profesionales del deporte infantil y juvenil. Se trata de padres que se quejan continuamente e insultan, presionan en exceso a los niños para que ganen y van a muerte con el árbitro y el rival. Lejos de remitir o estancarse, este comportamiento “es cada vez más frecuente”. 


El deporte escolar mueve muchísimos alumnos de entre 6 y 16 años cada semana, eso sin contar a los que están federados en clubes deportivos. Dentro de tal cantidad de población, es normal que surja algún padre hooligan; pero la cosa se complica cuando esta figura crece. Con estas actitudes, sólo se consigue una gran confusión en los niños, estresándolos y haciendo que vivan el deporte desde una óptica negativa, de enfrentamiento. 
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El problema está en que los adultos tienen la imagen del deporte profesional grabada. En las grandes ligas, en unas olimpiadas, en un mundial... el objetivo principal está claro: ganar. La selección española de fútbol fue muy criticada porque, hasta hace no mucho, nunca conseguía pasar de cuartos de final en un Mundial. Y la plata de la selección de baloncesto en los últimos Juegos Olímpicos supo a poco después de haber sido campeona del mundo. “Algunos no comprenden que la finalidad en el deporte infantil es distinta”. La victoria queda en un segundo plano. “En el deporte infantil y juvenil el valor pedagógico prevalece, su objetivo debe ser formativo, que el niño se divierta y haga ejercicio”.

No se entiende que los padres se enfaden tanto y presionan a sus hijos para que ganen a toda costa. “Si un niño ve que sus padres gritan e insultan en los partidos, se sentirá obligado a ganar para satisfacerlos, para que no se enfaden, cada partido se convertirá en una experiencia negativa y llena de tensión”.

Las familias deben darse cuenta de que practicar deporte va más allá de jugar un partido los sábados, y de las victorias”.

En la sección de fútbol formativo de algún club de élite, prohíben que los padres acudan a la mitad de los entrenamientos para que no se obsesionen y se conviertan en entrenadores en la sombre. Los padres saben que si no se respetan los valors del club, serán expulsados ellos y sus hijos. El comportamiento debe ser EJEMPLAR.

No todo vale en el juego.

Fuente


Del artículo publicado por Maite Gutiérrez (Periodista de La Vanguardia. Encargada del área de Educación y Universidades en el diario)


RECOMENDACIÓN: A más de uno nos vendría bien echar un vistazo a la “GUÍA PARA PADRES: DEPORTE ESCOLAR” editada por la Fundación deportiva municipal de Valencia, cuyos cuatro volúmenes se pueden consultar en los siguientes enlaces:


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